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IDEA PARA PROYECTO ARTY QUE PODRÍAS VER PUBLICADO Y A LA VENTA EN UNA TIENDA DE DISEÑADORES HIPSTERS, NO OBSTANTE, 2011

Una pareja va a mueblerías con la expresa intención de sentarse en los sillones durante todo el tiempo que sea posible antes de ser echados de la tienda, sólo para ir y hacerlo de nuevo a otra. No hacen nada en particular sobre los sillones, sólo están ahí y es todo. Con el tiempo se vuelven el azote de las mueblerías, que imprimen stills de los videos de vigilancia con ellos en el sillón con la leyenda "No los deje sentarse" y los pegan en todas las tiendas. Muy pronto se vuelven una leyenda urbana. Con el tiempo, el 60% de las personas que van a tiendas de muebles lo hacen sólo para ver si se los encuentran. Las mueblerías se volverán una especie de lugar de encuentro social extraño pero afable, con gente transitando entre muebles, sólo estando por ahí, algo cercano a un punto entre un Centro Comercial y un Oxxo. Por obvias razones, los ecos de sus "sentadas" tienen más repercusión en sitios de internet en inglés que en español, y pronto se ganan el mote de "Couch Bandits". Con los años, el mito local se vuelve proyecto: editan una guía perfectamente detallada y razonada con mapas de la ciudad y sus zonas de mueblerías, tablas con la calidad de los sillones de cada una, observaciones sobre los procedimientos de seguridad de cada uno, recomendaciones sobre el nivel de amabilidad o fiereza de los vigilantes, fotografías del celular tomadas desde cada sillón en que se sentaron, testimonios de testigos que aseguran haberlos visto (acompañados de fotografías también de celular, muchas de ellas desde afuera de las vitrinas de las mueblerías). El libro, obvio, será editado con dinero extranjero, por ejemplo, en editoriales suizas como Scalo o Nieves (la única que se atreve a editar los fanzines de Harmony Korine), y se llamará "Couch Bandits: A beginner's guide to Couch Crashing". El lanzamiento del libro les abrirá las puertas a otros lugares, por ejemplo, ser invitados a CouchCrashear en Los Angeles, Viena, Seattle, Berlin, Chicago, Ginebra, Nueva York y exponerlo en galerías pequeñas. Con el tiempo, estos contactos les llevarán a desarrollar otros proyectos alternos, por ejemplo, CouchCrashear en casa de gente que los invita en vez de mueblerías, lo que daría una cantidad de material en una cantidad de tiempo tan corta que pronto editarían otro libro sólo con fotos en sillones de particulares: "Domestic Couch Crashing: Couch Bandits, Recent Projects". Después de algunos años de éxito underground internacional, los libros de los Couch Bandits serían editados en México por una editorial hipster-trend setter como Trilce o algo así, quizá con parte de dinero de Jumex, y sólo se venderían en tiendas como Vertigo, la tienda del Museo Tamayo, el MUAC o Conejo Blanco (que ya vendía los libros en inglés desde antes). Alguien en algún momento haría un documental sobre ellos, algo así como "Años perdidos en sillones ajenos: Couch Bandits, 2011-2016", y se estrenaría primero en un festival de cine de Los Angeles o Toronto antes que en México (en un Foro de la Cineteca o el Festival de Cine de la UNAM). El documental se enfocaría en el mito urbano que representó el fenómeno Couch Crasher en sus inicios, el revuelo internacional que tuvo posteriormente y la sensibilidad naïve que representa y las dificultades de su éxito en tierras mexicanas. Alguien en algún medio especializado lo compararía con Bas Jan Ader. En muy poco tiempo los libros en español dejarían de editarse y se convertirían en joyas rarísimas del arte en México. Después de algunos años, y tras muchos esfuerzos, se haría una exposición, la primera en México, en algún museo pequeño y modesto, como el Museo de la Ciudad o el Muca Roma.
Si no le tuviera tanto, pero tanto miedo a los vigilantes de tiendas, lo haría.

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